Fredy Rojas rebasó fronteras
Fredy Alejandro Rojas, es un claro ejemplo de superación, nativo de Pereira (Colombia). Recorre el país para vender galletas, chocolates. Llegó a Loja, estará unos días y luego emprenderá la travesía a otro sitio.
Fredy padece distrofia muscular, sin embargo dice que este no fue un impedimento para trabajar. El único que le acompaña es su primo Daniel.
Cuenta que llegó a Ecuador porque tuvo que escapar de su país “por la violencia, vivir allá es muy complicado”.
En lo sitios donde el negocio es bueno se queda más tiempo, ofreciendo golosinas a los transeúntes. Estuvo en La Libertad (Guayaquil) y Cuenca. Buscan un lugar concurrido para el expendio.
Inicio
Hace cinco meses emprendieron esta travesía, en su país trabajaban en una finca, pero por motivo de la violencia tuvieron que salir. Su primo le apoya con la venta de inciencio.
La enfermedad que padece (distrofia muscular), no le permite mover su cuerpo, sin embargo siempre ve el lado positivo de las cosas. Este trabajo me permite conocer muchos lugares, personas de buen corazón que “siempre me extienden una mano de apoyo”.
Sobresalir
Sin embargo no todo es fácil, a veces tiene que acoplarse a las diferentes condiciones climáticas a cada lugar que arriba.
Al lugar donde llegamos, primero debemos buscar un lugar económico para alojarnos, y nos alimentamos con lo poco que ganamos.
Para la venta hay que ubicarse en lugar donde haya más concentración de personas. “Alguna esquina o una vereda”. “En ocasiones también me impiden realizar esta tarea porque piensan que estamos pidiendo caridad”.
Tranquilo
A veces se ubica en la esquina de las calles Sucre y 10 de Agosto. Desde muy temprano inicia su jornada hasta las 18h00. Aunque el clima de Loja es muy variado, “a veces llueve o sale el sol”, sin embargo la gente es muy amable. “Lo positivo es que Ecuador es un lugar tranquilo para vivir”, refiere.
Él y su primo Daniel continuarán con el recorrido por otros sectores del país, comercializando sus productos.
Fredy a veces recuerda a sus padres, “me abandonaron por la enfermedad que padezco, eran de escasos recursos y no pudieron hacerse cargo de mí”. Tiene una hermana, a la que casi nunca ve porque ella también por la inseguridad de su país tuvo que emigrar a Chile.
Recalca que su primo es su única familia en la actualidad, siempre le acompaña y apoya para facilitar su movilidad. Ellos tienen un lema “en la ciudad donde más ventas son buenas se quedan más tiempo”.(I).(PSPC).