Antonio C. Maldonado
Las protestas a nivel nacional no paran, en esta ocasión se produce y mantiene por los padres de familia y estudiantes por la polémica inseguridad y aplicación de la Prueba Ser Bachiller, con graves acusaciones de corrupción para favorecer a estudiantes con entrega anticipada de los temas, denuncia ante la Fiscalía para la investigación correspondiente.
Como estamos en el Gobierno en que “todo cambia pero nada cambia”, para enfrentar el problema el Presidente lo destituyó al Director de Ineval y como estamos en el año electoral anunció más cupos para bachilleres en las universidades, asunto que no pasa de un simple pregón debido a que eso no se puede hacer en forma inmediata como se requiere, pues, si bien el deseo de los directivos de las universidades es que más jóvenes puedan acceder a la educación superior los, establecimientos no disponen de aulas suficientes ni cuentan con la infraestructura requerida, catedráticos de calidad; y, lo fundamental, el presupuesto para afrontar esas necesidades, debiendo patentizar que para el presente año, se disminuyeron los presupuestos para las universidades públicas.
Sobre el problema del Bachillerato se esgrimen muchos criterios, por una parte, se opina debe mantenerse el sistema actual, por otra retornar al bachillerato por especialidades que le posibilita al estudiante elegir lo que desea estudiar para fortalecer su perfil académico y alcanzar la carrera profesional que le interesa. En igual forma se plantea para largo plazo 15 y hasta 20 años la reformulación de la educación en nuestro país en todos los niveles mediante un diálogo conjunto donde se hagan propuestas concretas y realizables, pero no es conveniente largo plazo porque lo que se requiere es servir a la juventud apropiadamente para que sean factor decisivo a fin de salir del estancado desarrollo del país en un período mundial conflictivo.
Lo que también debe considerarse, reflexionar y muy importante, es lo concerniente al valor que debe tener el Título de Bachiller y para qué sirve en la vida comunitaria, ya que también existe el criterio que deben crearse nuevas profesiones intermedias, que ya hay para algunas especialidades, por las que puedan optar los estudiantes que no lograron ingresar a las universidades o también para trabajar en actividades que requieran de sus conocimientos de secundaria sea por su cuenta o bajo dependencia de empleador; lo que me trae al recuerdo que en algún Gobierno se crearon los denominados Colegios Técnicos en el área rural, con la finalidad de fortalecer la actividad agropecuaria y evitar el flujo migratorio a las ciudades; lo que aconteció fue a la inversa, los jóvenes con su Título de Bachiller se trasladaban a las ciudades donde existían universidades o institutos de educación superior a los que ingresaban; con este breve ejemplo debo puntualizar que el objetivo fundamental de los estudios para Ser Bachiller, constituye el poder abrazar una carrera de profesional académico.
Del problema surgido por la cuestionada prueba Ser Bachiller, ha surgido algo positivo que constituye nos interesemos todos por el problema global de la educación cuyo análisis y solución debe fortalecerse y continuar como política de Estado, no del Gobierno de turno y el acuerdo permanente con el sector privado y la sociedad civil y la juventud estudiantil. (O).